En 1962 David Montorsi está al frente de la investigación de la extraña muerte de un niño. Todo apunta a que se trata de un caso de pedofilia, pero el hecho de que el cadáver de encontrará bajo la lápida conmemorativa de los partisanos hace que Montorsi sospeche que tras el horrendo crimen se oculta una compleja trama. Montorsi, un profesional íntegro y lleno de ideales, no se arredrará ante lo que parecen pruebas concluyentes, aún cuando sea apartado del caso sin motivo aparente.
En el año 2001, el inspector Guido López investiga el asesinato de un desconocido, un caso cuyas primeras investigaciones conducena sectas asesinas, ritos sexuales, de pedofilia y terrorismo. Aunque ese crimen tan sólo sea el inicio de una ola de asesinatos y atentados que asolará Europea . Demasiadas incógnitas y enigmas sin resolver para un policía tan curtido como López, quien, como Montorsi cuarenta años antes, deberá sumergirse en los aspectos más insondables del alma humana para unir las piezas del inextricable rompecabezas. Porque tras los asesinatos a sangre fría, las amenazas a políticos internacionales y los actos terroristas se esconde una poderosa organización dirigida por un enigmático personaje del que sólo se sabe su nombre: Ishmael.
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