Ilustraciones de Helga Spiess.
Traducción de Azucena Viloria Serrano.
Florián es un niño a quien una herida inflamada en su pierna obliga a guardar reposo en la cama.
Florián es aficionado a las historias de miedo y el mejor remedio contra el aburrimiento es lograr que cualquier adulto cercano le cuente alguna. Así, su madre, su padre, su abuela, la joven que lo cuida mientras los padres no están, y hasta el médico que lo atiende, se convertirán en narradores ocasionales. Incluso él mismo se animará a escribir sus propias historias de miedo y fascinará a los suyos con un par de ellas. Florián será entonces el hilo conductor de esas historias que conformarán el contenido central del libro.
Las historias de Angela Sommer-Bodenburg resultarán inquietantes para el joven lector. Extrañas apariciones y premoniciones en algunas, posibles casos de vampirismo y licantropía en otras; todas crearán un clima sobrenatural que estremecerá al lector, sin recurrir al golpe bajo o a la truculencia. Un detalle a destacar es la ambigua resolución de las historias, que siempre dejará con la duda a Florián (y al lector): los hechos narrados, ¿ocurrieron o no realmente? Todo puede ser posible en la dimensión desconocida...
Angela Sommer-Bodenburg aborda en estas historias de miedo una faceta narrativa distinta al humor y a la aventura, que caracterizaron a las novelas de la saga iniciada con El pequeño vampiro. Y, a juzgar por los resultados, el intento
Recomendado a partir de los 9 años.